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¿Cómo saber cuándo las cosas van mal en la empresa? Y es momento de actuar.

¿Cómo saber cuándo las cosas van mal en la empresa?
Y es momento de actuar.

BOK CONSULTORÍA Y PROYECTOS - LUNES, 08 DE OCTUBRE DEL 2018



Cuando la compañía llega a este punto poco se puede hacer ya, pero lo cierto es que antes de ese momento crítico se han producido obligatoriamente pequeñas señales que a los ojos de un buen observador reflejan indudablemente lo que se avecina.


Y es que ya lo dicen los expertos: las grandes crisis siempre están anunciadas y no por uno, sino por varios síntomas.


Estos síntomas se dan en todos los niveles de la compañía y no sólo en el terreno de la contabilidad: Hay una diferencia fundamental entre un experto en empresas y un contable. El segundo te da una información muy precisa pero no te explica por qué, y para anticiparse o para solucionar los problemas es necesario averiguar qué ha ocurrido.


Y esa investigación exige pasar por la criba toda la información que llega procedente de todos los departamentos y de todos los estamentos


Comunicación mala y escasa


Antes, los directivos se acercaban a ti para intercambiar impresiones, para proponerte cambios, para comunicarte sus iniciativas. Ahora se limitan a pasarte el informe mensual de sus actividades. O, en el extremo contrario, antes tomaban decisiones sin consultar contigo y ahora acuden a ti cada vez que hay un pequeño problema para que lo soluciones.


Muchas reuniones... o ninguna


Ambos extremos son síntomas evidentes de que algo va mal en la cumbre. Un número excesivo de reuniones refleja que hay una incapacidad abrumadora en el equipo directivo para resolver cuestiones y, por eso, necesitan continuamente hacer una puesta en común. En el lado opuesto, la ausencia de reuniones refleja un desinterés absoluto, tanto por parte de la dirección como por parte del equipo. En un plano más profundo, puede reflejar una descoordinación total entre departamentos.


Pérdida de un cliente o un distribuidor importante


Si uno de nuestros mejores clientes o distribuidores nos deja, debemos realizar un análisis profundo de la situación. Puede tener su origen en factores externos: nuestro cliente o distribuidor atraviesa su propia crisis interna. O internos: hemos reducido la calidad, aumenta el plazo de entrega, peor servicio. Debemos estudiar cada caso y determinar si está en nuestra mano poder retornar la situación a su punto de partida.


Un nuevo competidor


Ésta es una clave de estrategia que todo empresario debe tener muy en cuenta: A veces descubres que un competidor al que antes no dabas mucha importancia empieza a hacerse un nombre, bien porque se ha vuelto más agresivo comercialmente, porque ha innovado más, porque está realizando importantes expansiones comerciales... Preocúpate y analízalo en profundidad porque acabarás notándolo en los números.


Aumentan las quejas


El volumen de quejas refleja la pérdida de capacidad competitiva de nuestra compañía. Deben ser analizadas constantemente para ver dónde se está produciendo el problema y ponerle remedio cuanto antes. Para anticiparse a ello, realiza periódicamente encuestas de satisfacción de tus clientes.


Fuga de comerciales


La rotación excesiva de comerciales puede reflejar que hay un error de planteamiento o que no somos competitivos salarialmente.


Cambio de imagen


Una modernización de nuestra imagen o un cambio de domicilio por ampliación son buenos, pero cuando esas modificaciones se producen constantemente o se realizan para trasladarnos a zonas fiscalmente más ventajosas o más económicas, estamos ante un anuncio de malos tiempos.


Rotación exagerada


La excesiva rotación laboral de empleados es una de las primeras señales de alarma que un ejecutivo debe valorar: es necesario analizar si se produce en un solo departamento o si es un problema global. Detrás de una excesiva rotación laboral siempre se esconden razones de peso: discriminación salarial, secretismo, falta de confianza, jefes incompetentes, conflictividad, desorden generalizado...


Desmotivación


La desmotivación está en el origen de muchísimos síntomas físicos: depresión, estrés, malestar indeterminado. Y sobre todo acaba provocando un descenso importante de la productividad.


Descenso del margen


Si para subir unas ventas hemos tenido que fabricar más unidades y comprar más materia prima es posible que hayamos incurrido en más gastos, o si hemos tenido que realizar campañas promocionales extras también habremos tenido que desembolsar más capital, con lo cual al final el aumento de ventas se ha traducido en un incremento de costes y por tanto nuestro beneficio o nuestro margen ha disminuido. En la evolución de una empresa siempre hay un momento en que debe invertir más para ganar más, es parte natural de su historia y es positivo que así sea, el problema surge cuando analizado en porcentajes el descenso es cada vez mayor, entonces algo no está yendo bien y a la larga tendremos problemas.


Ausencia de amortización, reinversión o renovación


Cuando se pospone la renovación del inmovilizado de la empresa o cuando la amortización supera la inversión... Todos estos aspectos son señales de que financieramente no se está actuando de forma correcta. ¿Cuánto tiempo hace que no revisas tus instalaciones o no renuevas tu maquinaria? Si no destinas fondos a este terreno, estás abocando a tu empresa a una crisis.


Disminuyen los ingresos por nuevos productos


En cierta medida está relacionado con el punto anterior y también con la capacidad de introducir los nuevos productos en el mercado. Si no se alcanza por este concepto al menos el 10% de los ingresos, quizás sea el momento de analizar qué está pasando con estos canales.


Retraso en las entregas


De pronto nuestros plazos de entrega empiezan a dilatarse en el tiempo sin causa aparente. Sopesa a partir de qué momento empiezan a producirse los retrasos: un cambio en el departamento, un despido, retrasos en el suministro de proveedores por falta de pagos...


Menos calidad


El deterioro en la calidad puede deberse a distintos factores y pueden incluso tener su origen en otros indicadores. En cualquier caso es una mala señal por sí sola.


Fuente: Emprendedores


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